La dimisión del canciller austriaco por amañar encuestas deja a Sánchez sin coartada en el ‘caso Tezanos’
El ex canciller austriaco Sebastián Kurz ha tenido que dimitir después de que la Fiscalía Anticorrupción de su país abriese una investigación sobre el supuesto encargo de encuestas teledirigidas a una empresa demoscópica privada, a la que se pagaba con fondos públicos, con el objetivo de impulsar la carrera política de Kurz. En España, mientras, el director del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos, sigue en su cargo a pesar de estar imputado por un delito de malversación de fondos por una acusación análoga a la de Kurz: usar dinero público para producir encuestas teledirigidas a favor del Gobierno de Pedro Sánchez.
A Kurz, uno de los líderes europeos más jóvenes en llegar a una cancillería, se le acusa de utilizar los fondos públicos del Ministerio de Finanzas austriaco para impulsar su candidatura dentro del partido a base de encuestas manipuladas. Esas tres encuestas que se analizan hasta el momento se realizaron entre 2016 y 2018, época en la que ocupaba el cargo de ministro del Exterior y disputaba el liderazgo de su partido, el OVP. Otros altos funcionarios se habrían beneficiado de estas encuestas.
Ese manoseo de encuestas -y su publicación en medios- ha llevado al canciller democristiano a dimitir a pesar de que, hasta el momento, no hay acusación en firme. Todo está pendiente de una investigación de la Fiscalía Anticorrupción de Viena. Kurz ha asumido su salida del Gobierno «hasta que las acusaciones se aclaren».
Pese a que la investigación está en marcha y aún no hay ninguna conclusión ni acusación concreta sobre Kurz, el socio de gobierno del ÖVP, Los Verdes, forzó su dimisión amenazando con una moción de censura. Le ha sustituido en el cargo el hasta ahora ministro de Exteriores austriaco, Alexander Schallenberg.
Mientras todo esto se desencadenaba en Austria, en España un juez imputaba al socialista Tezanos por lo mismo: el uso de fondos públicos para elaborar y cocinar encuestas teledirigidas en favor del Gobierno de Pedro Sánchez. En su caso, además, siendo un alto funcionario al frente de un organismo público, a diferencia de Austria donde la empresa contratada era privada.
La acusación que pende sobre Tezanos es firme: deberá sentarse en el banquillo este mismo mes. Pero a diferencia de Austria, en el CIS no ha habido reacción. Ni en Moncloa, que además subvenciona con cerca de 18.000 euros una revista que edita el propio Tezanos.
A declarar como imputado
La titular del Juzgado de Instrucción Número 29 de Madrid, Cristina Díaz Márquez, ha citado a declarar en calidad de imputado el 29 de octubre Tezanos, a raíz de una querella interpuesta por Vox por un presunto delito de malversación de caudales públicos por manipular encuestas.
Además, Tezanos -pese a estar al frente de un cargo público-, se ha manifestado políticamente en múltiples ocasiones. Llegó a relacionar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP), y a sus votantes con la «tabernidad». Lo hizo en un artículo publicado justo antes de las elecciones del 4-M.
La Fiscalía intentó salvarle
La imputación de Tezanos tiene lugar después de que la Fiscalía instara al Juzgado a que archivara la querella al considerar que lo que se expone «son meras sospechas, conjeturas, que relacionan de forma no adecuada, la ineficacia en la realización de encuestas con la administración fraudulenta de la institución CIS».
La querella interpuesta por la formación liderada por Santiago Abascal sostiene que el funcionamiento del CIS desde que Tezanos fue nombrado presidente en 2018 es «irregular». Le acusa, entre otras cuestiones, de manipular la forma de hacer las encuestas para beneficiar al PSOE, el partido donde milita desde hace años y en el que ha ocupado cargos orgánicos..